Sus obras fueron pintadas en su mayoría en colores al agua sobre papel, los cuadros de Klee son composiciones de fácil observación, se caracterizan por su trazo infantil, títulos lúdicos y colores brillantes. "El arte no reproduce lo visible, pero hace visible" esta frase célebre dicha por el pintor en los años 20 se convirtió en la piedra angular del arte pictórico moderno. Klee otorgó gran valor a la autenticidad de su pintura, lo que él llamó "cultura primitiva", refiriendose al arte propio de niños e insanos mentales.